Es Cristo, que sigue viviendo entre nosotros, Él es la fuente y la cima de toda la vida cristiana, y contiene todo el bien espiritual de la Iglesia. Como dijera a sus discípulos en Galilea, antes de ascender al Padre. “Sepan que Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos”. Nuestro amadísimo Redentor cumplió su promesa, cuando en la Última Cena, señaló sobre las especies del pan y el vino. “Esto es Mi Cuerpo, coman de él; ésta es Mi Sangre, beban de ella, y hagan esto en conmemoración Mía”.

En la Eucaristía, está presente Cristo con todo Su Cuerpo, Su Sangre, Su Alma, Su Divinidad. Jesucristo vivo y vivificador, nuestro divino Redentor. De esta manera Nuestro Señor Jesucristo obró, por su gran amor, el milagro infinito al instituir la Santísima Eucaristía, con la cual participamos de la Vida eterna mediante la Comunión de su Cuerpo Sacratísimo y de su Sangre Preciosísima. Así Él habita en nuestros corazones y nos fortalece para luchar en la vida.

La comunión es fuente de energía, la fuerza de la Iglesia Católica, la adquiere del Cuerpo y Sangre de Cristo nuestro Señor.
Otro efecto de la Eucaristía en el alma de quien la recibe con fe, es que el pensamiento de la muerte ya no debe quebrantarle, porque quien come Su Carne y bebe Su Sangre tendrá vida eterna y Él lo resucitará en el último día. Palabras magníficas, palabras santas, palabras de vida pronunciadas por Cristo que traspasó triunfalmente la puerta de la muerte para resucitar a la vida eterna.

Es el sagrado banquete en que recibimos el Cuerpo y la Sangre de Cristo, en que celebramos el memorial de Su Muerte y Su Resurrección, lo que nos llena de gracia al recibir la palabra de la Gloria Futura.

En la familia, verdaderamente son los padres quienes cumplen la misión de educar y formar con valores a sus hijos. Igualmente pasa con la transmisión de la fe, pues también los padres son sus catequistas permanentes.

Esta catequesis busca una verdadera evangelización también de los padres, ya que la catequesis de los niños será principalmente un fruto de su trabajo y compromiso con Cristo. Por lo tanto, El objetivo es el mejoramiento del núcleo familiar y su mayor cristianización.

Además de proporcionar una formación cristiana a toda la familia en torno al hijo que se prepara a la Eucaristía, hay beneficios valóricos importantes para la familia y la sociedad, porque este proceso catequético favorece el diálogo. Sólo se debe pensar lo que significa para una familia favorecer los encuentros familiares. Indudablemente esto ayuda mucho a la vida familiar. No solamente es transmitir doctrina. Y si enseña a dialogar, enseña también actitudes básicas de un buen ciudadano.

En cualquier familia que tiene la gran oportunidad de estar semana a semana profundizando en el sentido de su vida, en el conocimiento del Señor, en la misión que tienen en la vida, cualquier familia a la que le están ayudando a fortalecer los vínculos padre, madre, hijo; cualquier familia que puede ir todos los domingo a celebrar la eucaristía, cualquier familia que se encuentre de verdad con el Señor, la vida le cambia radicalmente y eso se proyecta en su entorno, en su barrio, en la sociedad.

Esta también es una pastoral tremendamente importante en la prevención, porque estos problemas vienen cuando no hay familia, cuando no hay diálogo, cuando no hay encuentro, cuando no hay conocimiento del Señor, cuando no hay valores intangibles.

Por último, dentro de los innumerables frutos que han dejado las catequesis familiares en nuestra comunidad parroquial, podemos mencionar a: la constante vocación de niños al servicio del Altar, la formación de nuestra pastoral social "Familias en Cristo", la pastoral infantil y el recientemente formado Coro de Niños.
Los niños que desean recibir el Sacramento de la Eucaristía y sus papás (madre y/o padre) deben comprometerse a participar durante 1 año en la catequesis que les prepara conociendo y aceptando a Jesús en sus vidas y en el hogar.
Desde el 10 de marzo puedes asistir directamente. Consultas con nuestra secretaria parroquial:
Atención de martes a sábado, de 10 a 13 horas y de 16 a 19 horas
Contacto: +56995537540
  • Si tienes entre 14 y 17 años, debes inscribirte en Confirmación.
  • Si tienes 18 años o más y estás bautizado, debes inscribirte en Adulto.
  • Si tienes 18 años o más y no estás bautizado, debes inscribirte en el Catecumenado.
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